martes, 13 de octubre de 2009

Ahora, Ágora

He sido uno de los cienes y cienes de espectadores que han ido al cine este fin de semana a ver la última de Amenabar: Ágora


Y es buena.

No es que yo sea mu exigente, ni mu versado, ni mu experimentado en esto del séptimo arte. Mis gustos son de lo más variopinto (quiten ustedes el terror de casquería y en casi cualquier género encontraré una película que me haya hecho tilín). Y quizás por eso me gusta Amenabar.

No voy a compararlo con directores de la talla de Coppola, Clint o Kubrick (anda que no le queda na ni na), pero sí que empieza a tener algo en común con estos grandes que me parece muy meritorio: no se encasilla en un género, sino todo lo contrario. Algo que no pueden decir otros directores españoles consagrados (Almodóvar, que ya le vale; Garci, que sólo le salva su devoción incondicional por el Sporting o Trueba, que varía un poco más pero no deja de ser más de lo mismo, por citar al resto de oscarizados).

Amenabar empezó poniéndonos los huevecillos de corbata con un intrigante thriller: Tesis; continuó con Abre los ojos, otra de intriga pero con dosis de ciencia ficción de andar por casa (quizás la más flojilla de todas); nos volvió a poner los huevecillos de corbata, pero esta vez con nudo Windsor, con Los Otros, puro suspense psícológico; cambió totalmente de tercio y triunfó con el dramón social que es Mar adentro; y ahora nos trae Ágora una superproducción de índole histórico. Vamos, que toque el género que toque, al tío le salen unas película de lo mas recomendables.

Ágora es una buena película, que nada tiene que envidiarle a una superproducción americana. Hay quien dirá que esto es algo negativo, aunque luego se quejará de que el cine español es cutre. De hecho, ya hay quien la critica por varias razones:

1.- Porque peca de escaso rigor histórico..pero ¿quién va al cine a recibir una lección magistral de historia?. Yo no, desde luego (si así fuese, no se salva una).

2.- Porque es excesivamente comercial (hay un dato que me llamó la atención: los judíos salen bien parados, ejem…supongo que hay que caerle bien al loby judío hollywoodiense), pero…. ¿qué tiene eso de malo? ¿hay que hacer un truño sueco incomprensible e insoportable para ser "in" y que te califiquen de buen director?. Igual sí. Qué se yo. Yo no se na de cine.

3.- Porque ataca a la religión católica. Eso no es simplificar mucho, mucho. Se arremete contra la utilización que hacen de la religión los extremistas y la historia está, desgraciadamente, plagada de sucesos similares.

4.- Porque es excesivamente erudita. Vamos, vamos, que cualquiera que haya hecho la E.G.B. no tiene ningún problema para entender las cuestiones “eruditas” que trata la película (ya no me arriesgo a asegurar lo mismo con los de la E.S.O., pero probablemente, también).

5.- Porque está en inglés. Hombre....tampoco se trata de obligar a los actores a aprender español en 1.000 palabras. Pero es curioso que hay quien critica que no se haya rodado en latín o griego o arameo o lo que coño quiera que hablasen en Alejandría en el siglo IV. Cojonudo.

6.- Porque dura demasiado. Sin comentarios.

En fin, que yo me pasé un buen rato en el cine, y eso ya es decir mucho. Ahora toca esperar a la próxima…¿una de indios y vaqueros?

jueves, 1 de octubre de 2009

Efebos encu"r"ados

No, los curas que dan por el culo a menores no son pedófilos.
Los curas que dan por el culo a menores “practican” la efebofilia.
Que no lo digo yo, que lo dice el arzobispo Silvano Tomasi, observador permanente del Vaticano ante la ONU:

“No se debería hablar de pedofilia sino de homosexuales atraídos por adolescentes. De todos los curas implicados en casos de este tipo, entre el 80 y el 90 por ciento pertenece a la minoría sexual que practica la efebofilia, es decir, los que tienen relaciones con varones de los 11 a los 17 años”

Y se queda tan ancho, el tio.

Me imagino al señor arzobispo buscando un término que “suavice” el delito penal de la pedofilia:

"Mmmm… ¿mancebofilia?...no, que parece que nos follamos a las cebollas... ¿sacristanofibia?... tampoco, que también damos por el culo a menores que nos sacristanes…¿efebofilia?..si, mira, suena bien y parece que en lugar de abusar de menores, tenemos afinidad por el griego."

Y sí, parece que sí que les gusta el “griego”.
Y mucho, porque según afirma (sin rubor) el susodicho clérigo, esa «minoría sexual» se reduce, según sus datos a un porcentaje del clero católico que oscila entre el 1,5 y el 5 por ciento.

Eso no es mucho, total, sólo uno de cada 20 curas comete pedofili…estooo…efebofilia. Pero...un momento… si trasladamos ese porcentaje al resto de la población, todos tendremos entre nuestros familiares más cercanos un pedófil... estooo …un efebófilo. Y entre nuestros conocidos más allegados, pues un par por lo menos. Y casi con toda seguridad, alguno habrá entre nuestros compañeros de trabajo. Ay, pues igual si que van a ser muchos.

De todas formas no tiene mayor importancia, porque en otras religiones andan aún peor, nos dice monseñor. Vamos, que todavía vamos a tener que darles la enhorabuena por no follarse a tantos menores como los judíos o los protestantes.

Ahora eso sí, ellos están tomando medidas. O como dice el Don Silva-no Toma-si "la iglesia católica está ocupada de la limpieza en su propia casa". La ropa sucia se lava en casa, diga que sí, hombre. Que no se les condene por abuso de menores, que para algo son dueños de un pastizal que se caga la perrita: sólo en E.E.U.U. unos 2.000 millones de dólares se han gastado en indemnizar a las víctimas. Y luego te vienen con la hucha del Domund ….

En fin…que si alguien se carga a un cura, no debe preocuparse mayormente: no será un homicida; como mucho, será un curicida.