miércoles, 25 de febrero de 2009

Que sea un mechero, por Dioss…

Hoy me han regalado el enésimo pendrive USB, usease, un lápiz de memoria (que ya estoy hasta las balls del puñetero inglés, no me entra ni a tiros…¿tendré que liarme con una nativa, a ver si así me inspiro? No creo que funcione. La churri ya speak english de vicio y yo, ni por esas). Éste tiene forma de mechero. Y, sinceramente, hubiese preferido que me reglaran un mechero.

No hace ni un par de años, estos aparatejos eran una novedad y a los que amamos-odiamos las nuevas tecnologías nos hizo mucha ilu tener el primero. Pero hoy están por todas partes… ya sólo falta que te lo regalen en la casquería con la compra del día ("¿sesos de cordero? está de suerte, esta semana vienen con memoria ").

Y es una putada para los despistados recalcitrantes como yo. En cuanto tenemos demasiados ejemplares de una misma cosa, lo más probable es que las extraviemos. O que sibilinamente sean objeto de sustracción por algún familiar cercano (Dos, joder, ya está bien, devuélveme los tropecientos mil condones que me has robado, cacho cabrón). Y claro…no me hace gracia que los vídeos porno que me he bajado en el PC (y grabado en el lápiz para enchufarlo al DVD y verlas en la tele...¡cuán gustosas son las pelis erótico-festivas en tamaño 40”!) caigan en manos impropias.

Además, ahora todos llevan un cordelillo para que te lo pongas al cuello (por cierto, hay que tener un master en física cuántica para conseguir insertarlo por la minúscula ranura que llevan para tal fin). Esto sólo puede significar que los fabricantes no han caído en la cuenta de lo hortera que resulta llevar colgado este cacharro; o que sí han caido, pero tres cojones les importa.

En fin, que aprovecharé este lápiz de memoria con ambición de mechero para llevarme la elocubración mental que estoy escribiendo al PC de casa (sí, confieso, estoy en el curro…robándole horas de trabajo a la Administración, soy un delincuente habitualmente reincidente).

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