martes, 28 de julio de 2009

No quiero ir a la playa

Estamos en verano y hay que ir a la playa. Te guste o no. El otro día, un niño de unos cinco años lloraba a grito pelado en el paseo de San Lorenzo, la playa de Gijón, ante la mirada atónita y la cara sonrojada de su madre. ¡¡¡No quiero venir a la playaaaa!!! ¡¡La playa es feeeaaaa!!!. Ains, que razón tenía el bendito. La playa tiene cosas que la hacen especialmente odiosa. Algunos ejemplos:

La familia tipo XXL.

Da igual que seas el único ser humano que está en la playa; da igual que la playa tenga cienes y cienes de kilómetros de arena; da igual que estés en el lugar más recondito, sombrío y pedregoso de todo el arenal. Da igual, la familia XXL (el padre, la madre, los abuelos, los niños, el sobrino y la prima lejana) llegará en tropel y desplegará todo su armamento justito al lado tuyo.
Todo un alarde de logística: sombrilla, tumbonas, mesa plegable, sillas plegables, nevera, colchoneta, lancha hinchable, radiocassete, tele portátil, pelotaza Nivea, palas de tenis, frisbick (¿que no se escribe así? da igual, ¡pero ni siquiera tienen perro!), bolsa para la comida, bolsa para las toallas, bolsa para los juguetes, bolsa para las bolsas, camping-gas, cafetera y hasta una parrilla, un botijo y una epilady (¡horror!).

En un visto y no visto te han fagocitado, pero como tú has llegado primero, pues no te sale de los cojones apetece cambiar de lugar y aguantas un tormento que ni la Santa Inquisición, el Vietcong y Telecinco juntos: el padre con el carrusel deportivo a tooo meter; el hijo del demonio tocando los huevos con la pelotita de los cojones; la hija de satanás que va y viene del agua salpicando a todo bicho viviente; la madre, gritandoles cual posesa a los churumbeles “Yessssssiiiiii….hasta’l coño namássss”. Los abueletes, comentando a voces lo bien que les va el sonotone (¿¿??); el sobrino con la pala de marras llenándote de arena la toalla. Y la prima lejana..bueno, la prima por lo menos está que se rompe y la expectativa de que se ponga en topless evita que cometas un magnicidio (que total, el juez seguro que se iba a compadecer).

Los cuerpos danone (de ellos)

Te has tirado los últimos días meses en el gimnasio machacandote inútilmente para eliminar ese flotador que llevas pegado como una lapa a tu cintura, pero al menos, cuando llegas a la playa consigues disimularlo (eso sí, haciendo un enorme esfuerzo para coger aire y meter barriga). No han pasado ni cinco minutos y un morenaco de ojos azules y cuerpo danone despliega su toalla y sus musculacos justo a tu lado (al otro lado de donde tienes a la familia XXL, of course). Mientras notas como tu churri comienza a salivar y se le van los ojicos, piensas “bah, seguro que es un analfabeto integral”. Es entonces cuando el hijoputa mozo saca un tratado sobre física cuántica y comienza a hacer anotaciones en el margen del libro. Tu churri deja de salivar y pasa directamente a babear. Tú te rindes. Sueltas aire, relajas la barriga y “voila!” el flotador vuelve a reaparecer en tu vida.

El efecto langostino con gabardina

¿Qué se hace nada más llegar a la playa? Untarse de crema. Pero es inútil. Da igual que te embadurnes hasta las cejas. Incluso da lo mismo que no pegue el sol, que te hayas pasado el santo día bajo la sombrilla o que de nacimiento seas negro como una boina: acabarás quemando.

¿Qué se hace nada más untase de crema? Llenarse de arena, que con el embadurne se te queda pegada por todo el cuerpo, en plan croqueta. Da igual que la playa sea de rocas. Daría lo mismo incluso que estuviese alicatada con azulejos de Versace. Al final, la puñetera arena se te mete por todos los agujeros del cuerpo. Por todos. Indiscriminadamente.

Total, que acabas rojo y rebozado: igualico igualico que un langostino con gabardina.


En fin, que al acabar el día de playa llegas a casita, tiras la bolsa con la toalla en un rincón, te espachurras en el sofá y das alabanzas por haber vuelto a casa. Acto seguido pones la tele y cuando el hombre del tiempo da la previsión meteorológica, te cagas en sus muertos empuñetas: ¡¡joder ¿a que mañana llueve y no puedo ir a la playa?!!.

6 comentarios:

  1. uaaaaaa no estoy de acuerdo jajaja, me encanta la playa, la adoro. El agua del mar es muy buena para la piel, el sol en su justa medida es beneficioso y por la arena, bah, me da lo mismo, luego me ducho y se marcha...
    Ahora tengo que ir a la piscina por guebs, estoy en Zaragoza y puaj, hay dias que da asco meterse, porque en lugar de agua hay una mezcla de ésta con el pis de los críos de medio barrio. Arghhhhhhhhhh. El mar aunque pueda parecer lo contrario es más limpio, hay menos bacterias y mierdas gracias a la concentraciómn tan alta de sal.

    Te quemas si te expones demasiado rato al sol y si no usas el factor de protección adecuado. A lo mejor te parecerá exagerado pero he utilizado un factor 50 este verano xDDDDDDD me he puesto morena y no me he quedado, es el primer año que lo consigo así que para los próximos ya lo sé, la clave es no exponerse muchas horas y utilizar ese factor xD

    ale después de este tochazo me despido xDDDDD

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  2. Jajaja, estoy totalmente de acuerdo con la "familia XXL" que describes, a mí también me ponen de los nervios. No sé en la playa de Gijón, porque precisamente a esa a tomar el sol no he ido pero a las que sí fui por tu tierra muy llenas no estaban, pero aquí vayas a la que vayas da asquito, solo falta que pasen por encima de ti o pongan su toalla encima de la tuya, arrgggggg!!!.
    A ver si me toca la lotería, me compro una casita con piscina y qué le den a la playa! mientras tanto me joderé y seguiré yendo si quiero estar morenita. xD

    Besines.

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  3. Jajajaja! lo que me he reido!la "familia XXl" debe estar contratada en todas las playas, porque allí donde he ido he encontrado una! jeje!! aysss!!!

    Aquí en Pamplona no tenemos playa, así que nos conformamos con la piscinita, que no es lo mismo, pero que curiosamente tambien tienen contratada a la "familia XXL" jejejeje!!

    Besos

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  4. Como madre perteneciente a la familia XXL quiero puntualizar que:
    -el hecho de que llevemos tal cantidad de hamacas es para evitar el efecto langostino con gabardina,
    -que entre las bolsas llevamos existencias para varios días por si la retención es mucha a la vuelta,
    -que los niños son niños y la playa tiene arena y agua con lo cual es normal mojarse y llenarse de arena y no hay que echarle las culpas a los niños de nadie,
    -que mejor es escuchar el carrusel deportivo que el chunda-chunda de hoy en día...
    y por cierto la prima lejana ni es prima ni es ná, la contrato cada vez que vamos a la playa para dos cosas, que no nos denuncien por escándalo público los vecinos de toalla y atraer a los cuerpos danones masculinos que haya por ahí, que una es madre pero a nadie le amarga un dulce...

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  5. No no, te dejas al guiri! No se por Gij'on, pero por el Mediterraneo est'a plagado.
    Son blanquitos como la leche el primer dia. Luego toman un color ros'aceo fosforescente radiactivo. Le tercer dia cambian la piel como las serpientes. Acostumbran a ir con sandalias y calcetines blancos, incluso dentro del agua. Consideran qeu el sol viene incluido en el precio que han pagado al tour operador.

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  6. Xenia, Yo misma: la familia XXL (con excepciones, ¿o.k. barbaria? :P)son el quinto jinete del apocalipsis. Allí por donde pasan, todo queda inerte.

    Carmencita, barbaria, creo que no vamos a llegar a coincidir, mmm..no, creo que no. Carmencita: la piscina está bien (no te tragas agua salada, que con el calor te da el doble de sed; con un poco de suerte tienes el bar al ladito justo del borde de la piscina...). Barbaria: que seas propietaria de una XXL, jopé que disgustooooo.

    Sirventés (ante todo, bienvenido). Qué razón que tienes, oyess. Y enciman piensan que todos sabemos guirilandés. ¡Pero si hasta en algunas terrazas los/as camareros/as son guiris y no saben ni decir "hielo" en español! (juro que me ha pasado).

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