viernes, 26 de junio de 2009

Adios a otro mito

Últimamente se me mueren todos los mitos. Literalmente. Hace unas semanas fue Benedetti. Ayer se ha ido otro de mis ídolos. ¿Michael Jackson? No, no... me refiero a Farrah Fawcett, o como la conocemos la mayoría de los españoles "la rubiaca de los Ángeles de Charlie".
Ya lo comenté en uno de mis primeros post, siempre me llamó la atención su físico (la primera foto de este blog fue el típico affiche de Farrah en bañador, del que en su día se vendieron millones de copias) y aunque me pilló un pelin pronto, fue una de las figuras femeninas que me acompañó en mi paso de la infacia a la pubertad (con todo lo que "eso" significa).
Triunfó como "Jill" en la primera temporada de los Ángeles de Charlie (fue la primera en abandonar la serie) y se convirtió en una sex symbol para todos los que ya teníamos edad suficiente para saber que una tía estaba buena.
Estaba buena y además soltaba mamporros a cascoporro, lo que la hacía más interesante, si cabe.
Sí, admiraba a Jill por su físico y la collinas que soltaba. Pero después de conocer su vida a lo largo de estos últimos años -y dadas las circunstancias actuales de mi familia- admiro mucho más a Farrah por los huevos que le echó a la vida.
Ayer por la noche en la TPA (televisión autonómica) proyectaron los Ángeles de Charlie. Pero en lugar de ser un homenaje, fue casi una irreverencia: emitieron el largometraje descafeinado, kungfuniano y cansino protagonizado por Cameron Diaz, Drew Barrymore, y Lucy Liu. ¡Con lo bueno (y barato) que habría sido deleitarnos con alguno de aquellos magníficos capítulos de la serie!.
En fin, ayer se fue uno de mis mitos. Se fue una reina de la cultura pop. Y no me refiero al Michael Jackson.

4 comentarios:

  1. Yo estoy apenadísima. Creo que ha sido la primera y única mujer de la que me enamoré cuando era niña... ¡Ah no también me enamoré de la profesora de preescolar! ná, es que también era rubia...

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  2. Pues a mí esta señora, ni fu ni fa. Aunque comparto el dolor de su familia.

    Dentro de treinta años mucha gente se acordará de Farrah. Dentro de cien, nadie habrá olvidado a Michael Jackson.

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  3. qué penaaa, no me había enterado.

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Atrévete y dime lo que piensas, malandrín/a