miércoles, 4 de marzo de 2009

Autofelación a 200km/h

Uno de los momentos más vergonzosos, a la par que excitantes, de mi historia reciente.

Un lugar de la Mancha. Verano de 2008. Curso básico de paracaidismo (AFF). El primer día, después de mis tres primeros saltos -todos ellos sujetado por brazos y piernas en la caída libre por MegaInstructor- celebro el subidón con una buena dosis de alcohol y otros vicios en compañía de varios alumnos.

Segundo día de curso.

08:30

Despierto, sin poder asegurar si llegué a dormirme. La descarga de adrenalina, junto con las cervezas, la coca (cola) con ron y el tabaco del día anterior me provocan una especie de resaca feliz. Alumno2, al que conocí ayer y ya es como de la familia, ronca como un bendito en la litera de al lado, abrazado a una piedra (ladrillo) de costo made in Las Alpujarras.

9:00

Duchados, vestidos y notablemente perjudicados, pasamos por el cafeto (especie de cafeteríabarrestauranteheladeríapizzeríadiscoteca típicamente manchega). Mal que bien, me meto entre pecho y espalda un café doble bien cargado, dos croissantes, dos madalenas, un pincho de chorizo y un helado de turrón. Casi ná.

09:30

Llegamos al aeródromo. Llevo una sonrisa de oreja a oreja y un martillo dentro de la cabeza. Saludos. Saludos. Saludos. Al entrar en el hangar se acerca MegaInstructor y me da una palmadita.
- Monstruo, saltamos en media hora. Hoy te soltaré en la caída. Arquea bien el cuerpo y aguanta la posición.

El martilleo de la cabeza ha pasado al estómago, junto con croissantes, el chorizo y las madalenas.
9:35
Saltadorasexi se acerca sonriente, embutida en su mono ajustado, me saluda con un par de besos y me da su conejo..quiero decir, consejo:

- Cuando MegaInstructor te suelte, arquea como una zorra.

No tengo ni idea de como arquea una zorra. Además, todos mis sentidos se han concentrado en el mono apretado de Saltadorasexi y en su conejo..quiero decir, conejo.
9:45
Entre ligeros retortijones cojo el altímetro, el casco, las gafas y el walkie talkie, reviso el paraca y consigo repasar, a duras penas, todo lo aprendido el día anterior.

10:00

Subimos al avión. Es una Pilatus. El nombre no da mucha confianza, pa que nos vamos a engañar. En total, diez almas encajadas en poco más de dos metros cuadrados: mi acongojada y afectada persona, otros tres alumnos, una chica majilla que hace su primer salto -un tandem- y los cuatro respectivos instructores. Además del piloto, of course.

10:15

Estamos a 2.000 m. de altura. La resaca, los corissanes, el café, el helado, el chorizo y las madalenas hacen mella en mis ya de por sí maltrechos intestinos.

10:17

Acuciado por la necesidad y aprovechando el ruido de los motores, dejo escapar (más bien, caer) una suave (eso creía) ventosidad, con la esperanza de que, además de que no se oiga, tampoco se huela.
10:18
Mis esperanzas son vanas. Un penetrante olor invade tan reducido espacio. Nos miramos unos a otros con cara de circunstancia, yo el que más (vano intento de disimulo).

El aire se hace insoportable. La chica del tandem se ha puesto blanca, creo que está a punto de potar. MegaInstructor no aguanta más y abre la portezuela del Pilatus. Una bocanada de aire frío y fresco nos salva de morir gaseados.

10:23

Alcanzamos los 4.000 m. Los motores del avión reducen sus revoluciones y llega el momento del salto. Instructor pone en marcha la cámara de video que lleva en su casco y me ordena colocarme en la portezuela en posición de salida. Allá vamos. Instructor me agarra por un brazo y una pierna, me da el o.k. y los dos saltamos.

10:23:05
La salida ha sido perrera y choricera, pero aguanto el tipo. Caemos a unos 200 km/h. MegaInstructor se coloca frente a mi, sujetandome por los dos brazos. Me indica con una señal que arquee. No le hago ni puñetero caso. Me suelta un brazo. Me suelta el otro brazo. Me mantengo. Estoy cayendo solo. Esto está chupado. Esto no está tan chupado. ¡Ey, esto es muy jodido!.
Lo acaecido en los siguientes 45 segundos no tiene desperdicio:
- Comienzo a girar descontroladamente.
- MegaInstructor intenta pararme
- MegaInstructor se lleva una patada en todo el careto
- Me doy vuelta y empiezo a caer de espaldas
- Giro como una peonza.
- Me viene a la mente el conejo de Saltadorasexi
- Me viene a la mente el consejo de Saltadorasexi
- Intento arquear como una zorra
- No tengo ni idea de cómo arquea una zorra
- No sé donde estoy
- Cada vez caigo más rápido
- Tengo mi cara a la altura de mis partes nobles.

(sí amigos. Llegó un momento en que pude comprobar por mi mismo que la autofelación, ese sueño de todo varón que se precie, es posible cuando se está en el aire. A las pruebas me remito).
- MegaInstructor se recupera de la patada.
- MegaInstructor intenta agarrarme
- Consigo arquear como una zorra
- Consigo arquear como una puñetera zorra
- MegaInstructor logra agarrarme
- Dejo de dar vueltas
- Mi estómago y mi cabeza siguen girando.
- Ventoseo repetida e insidiosamente.


Fotograma instantes antes de descubir cómo practicar la autofelación sin romperme la espina dorsal.

Estamos a 1.200 m., bastante por debajo de la altura a la que tendría que abrir el paracaídas. Tiro del pilotillo y sale el paraca.

10:30

Tras un descenso mucho más agradable (eso sí, con mi vientre haciendo estragos en la capa de ozono), aterrizo sin mayores problemas en el huerto dispuesto para tal fin.

Mientras beso el polvoriento suelo y doy gracias por no haberme reventado contra él, escucho por el walkie como MegaInstructor, que ya está en el hangar, se caga en mis muelas. Recojo el paraca y camino hacia el aeródromo.

10:40

Al llegar al hangar veo a un grupo de gente en el rincón donde hay un televisor. Oigo risas. Me quito el paraca y me dirijo hacia el grupo. Veo que están pasando en el televisor el vídeo de mi gran salto.

MegaInstructor, con el mando en la mano (ya se dió prisa el jodío) pasa a camara lenta el momento álgido en el que alcanzo cotas inimaginables de flexibilidad. Rebobina y pasa una y otra vez la escena, que es ingeniosamente comentada por los presentes. Saltadorasexi, Alumno2 y hasta la chica maja del tandem, recuperada del susto de ver de cerca de la muerte en dos ocasiones en tan sólo una mañana, se parten el ojete de risa.

23:00

Instructores, alumnos y saltadores tomamos unas birras en amor y compañía. Mi estómago está recuperado. No puedo decir lo mismo de mi autoestima, aunque el resto de saltos del día resultaron algo menos ignomiosos.

Saltadorasexi ya no lleva el mono, pero sigue igual de mona. Me siento a su lado y le cuento lo mucho que me gusta su conejo…digo, su consejo.

6 comentarios:

  1. Te voy a dar yo a ti pal conejo...digo, pal zorro.

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  2. Bastante entretenido tu relato. Yo no podría hacerlo, aunque contradiciendome, es uno de mis sueños mas deseados. Algún día superaré todas mis fobias y lo hare.

    Saludos...

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  3. guaaauuuuu

    excelente!!!

    Felicitaciones!!

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  4. Tu historia da miedo, Felicidades. :)

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Atrévete y dime lo que piensas, malandrín/a