miércoles, 29 de abril de 2009

Volvió (y 3)

Dos décadas de lucha. Dos décadas que se pueden resumir en cuatro tratamientos de quimio, un autotransplante de médula, una extirpación de tiroides, una reducción de estómago, una operación a corazón abierto y muchas, muchas ganas de seguir aquí. De vivir.
Debe tener, sin duda, el expediente médico más tocho de toda la red hospitalaria expañola. Y ahí sigue, intentando sacar el máximo provecho a cada día que pasa, exprimiéndolo a tope, algo que sin duda aprendió a fuerza de sufrimiento.
Peleando, pero sin dejar de ser lo que es desde el primer día que la conocí: una madre con todas las de la ley. Preocupada, como casi todas las madres, por que sus hijos:
1. Coman bien ("ay fíyu, que flacu te veo"). No pocas veces, cuando voy a visitarles unos dias, a la vuelta me encuentro la maleta atiborrada de tupers varios (vamos, que me para la guardia civil y me detienen por contrabando de droga de la dura).
2. Encuentren con quien compartir sus vidas (¿"y esa neña, que tal, estáis bien?" Si mama, la neña, bien, yo bien, todo bien. )
3. Tengan trabajo, y si pudiera ser fijo y pa los restos, mejor ("ay, el tu hermanu no acaba de encontrar nada fijo, no sé yo"...pues anda que no vive bien, el tío).
Pues eso, una madre estándar en su trabajo de madre. Pero una supermadre en su tarea de vivir. Claro que, nada sería lo que es, si no fuese gracias a mi padre (el hombre al que algún día quisiera parecerme). Él es el soporte real de todos, aunque siempre desde un segundo plano. Sin él nada sería igual.
Necesitaba escribir esta entrada y las dos anteriores. No voy a seguir con el tema, al menos de momento, porque entiendo que a nadie le gusta leer penas y melancolías, que la vida de uno ya tiene bastantes ratos chungos, como para andar jodiéndosela con historias tristes de los demás. Pero de verdad: necesitaba escribir sobre mi madre.

4 comentarios:

  1. Tú escribe lo que te salga de ahí, que para eso es tu blog y para eso te leemos, así que escribe sobre lo que quieras, y si es sobre tus padres mejor, que no hay mayor tesoro. ánimo¡¡¡

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  2. Eso, escribe de lo que te rote. Felicidades por tener una gran madre y mucho ánimo!

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  3. Me uno al clamor: lo que te salga de las tripas, que es de lo más terapéutico.

    Respecto al tema en cuestión, lo que escribes emociona a cualquiera que no sea una piedra, y sólo puedo trasmitirte mis deseos sinceros de que todo vaya muy bien. Ánimo!!

    Un saludo.

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Atrévete y dime lo que piensas, malandrín/a